Un seroma es una acumulación de líquido claro y seroso que se desarrolla en el espacio vacío que queda tras una cirugía corporal o una lesión, resultado del despegamiento de los tejidos. Este líquido se produce como parte de la respuesta inflamatoria natural del cuerpo a un trauma en los tejidos, sin embargo, el cuerpo debe ser capaz de reabsorberlo de forma gradual sin que de ningún tipo mde problemas.
Los seromas son especialmente comunes después de procedimientos quirúrgicos que involucran la eliminación de tejido o la manipulación de áreas con una amplia red de vasos linfáticos tanto en cirugías estéticas (liposucción y abdominoplastia) como cirugías reconstructivas (mastectomías reconstrucciones de mama)
Un seroma no debe ser considerado como una complicación o algo peligorso como tal en la mayoría de los casos; de hecho, en muchas ocasiones un seroma podría llegar a resolverse de manera espontánea sin repercusión. No obstante, debemos siempre vigilarlo y proceder a tratarlo de la manera que sea necesaria para que no dificulte o enlentezca el proceso de recuperación del paciente, evitando que pudiera evolucionar a una situación clínica de infección o encapsulamiento. Debemos poner todas las armas y la atención necesarias para evitar su aparición y, en caso de que sea apreciable o vaya en aumento, tomar las medidas para frenarlo y eliminarlo.
Los seromas pueden formarse unos días o incluso semanas después de la intervención quirúrgica y su tamaño puede variar desde un pequeño abultamiento o acúmulo de líquido que pase desapercibido hasta colecciones de líquido más grandes y apreciables bajo la piel, pudiendo deformar o aumentar el volumen de la zona operada como por ejemplo la mama o el abdomen.
Causas del seroma
El principal factor detrás de la formación de un seroma es el despegamiento de los tejidos y la formacioón tras la cirugía de espacios virtuales que antes no existían. En estos espacios se produce una respuesta inflamatoria y un daño a los vasos linfáticos y sanguíneos, los cuales no son capaces de absorber todo ese líquido que se acumula de forma natural en la inflamación, resultando en la formación del seroma.
Cuando se extirpa tejido o se realizan incisiones significativas, el espacio vacío que queda tiende a llenarse con líquido seroso después de la cirugía, que es el equivalente a la sangre pero sin las células sanguíneas ni otras muchas sutancias. Este es el líquido que debe ir reabsorbirendo el cuerpo poco a poco para evitar una mayor acumulación y la formación del seroma.
El seroma puede aparecer en cualquier tipo de cirugía, sin embargo, resulta más frecuente en casos como:
- Cirugías mayores y extensas, como abdominoplastias (seroma abdominal) o mastectomías
- Procedimientos con gran eliminación de tejido graso (liposucción).
- Traumas directos en la piel o en los tejidos subyacentes (seroma tras un hematoma bajo la piel o en una cicatriz).
- Cirugías que precisen un uso de drenajes durante la recuperación..
- Existen pacientes que genéticamente tienen una mayor predisposición a la formación el seroma..
Síntomas del seroma
El seroma puede manifestarse con varios síntomas, que pueden variar según el tamaño y la ubicación de la acumulación de líquido seroso. Los síntomas más comunes incluyen:
- Hinchazón visible en el lugar de la cirugía.
- Sensación de líquido acumulado debajo de la piel.
- Dolor leve o presión en la zona afectada que empieza a causar molestias.
- Enrojecimiento o calor en el área circundante (puede indicar infección).
Tratamientos del seroma
El mejor tratamiento de un seroma es evitar su formación. Para eso es fundamental la realización de una cirugía correcta y precisa, el empleo de sistemas de compresión y vendajes/fajas adecuados y un correcto protocolo postoperaotrio antiinflamatorio y de drenaje linfático. Sin embargo, en las mejores condiciones, puede formarse. Es en este momento donde la experiencia del cirujano cobra importancia. Se debe diagnosticar cuanto antes para tomar las medidas necesarias para evitar su aumento y poder eliminarlo por completo. El tratamiento de un seroma depende de su tamaño y si está causando síntomas significativos. Las opciones son varias y pueden en muchas ocasiones combinarse :
- Observación: Los seromas pequeños suelen resolverse por sí solos con el tiempo.
- Compresión: Utilización de prendas de compresión en la zona para ayudar a reducir la inflamación y evitar la acumulación de líquido.
- Drenaje: Se utiliza una aguja para extraer el líquido del seroma en casos donde causa molestias o hay riesgo de que se perpetúe en el tiempo.
- Drenajes quirúrgicos: Si el seroma es grande o recurrente, se puede insertar un drenaje quirúrgico para facilitar la salida continua de líquido.
Aquí puedes ver cómo hacemos un drenaje de seroma
Cómo prevenir/curar un seroma en casa
El tratamiento de un seroma debe ser supervisado por un profesional médico siempre. Debes acudir a tus revisiones y tu cirujano te ofrecerá las mejores opciones para su prevención y el tratamiento si ya se hubiera instaurado.
Siempre tras una cirugía se te recomendará mantener la zona afectada limpia y seca para prevenir infecciones. La aplicación de frío lcoal en el área puede ayudar a reducir la inflamación y la acumulación de líquido, mientras que el uso de una faja de compresión o vendaje elástico puede ayudar a limitar la acumulación de líquido y proporcionar soporte. Se recomienda evitar movimientos bruscos o ejercicio físico intenso que puedan empeorar la acumulación de líquido seroso.
Como ya hemos dicho, el mejor tratamiento de un seroma es su prevención. Es por ello que debes ponerte siempre en manos expertas y acudir a todas las revisiones que sean necesarias. Sólo con una adecuada cirugía, un correcto seguimiento y un protocolo de tratamiento personalizado postquirúrgico podemos evitar su formación o adelantarnos a la misma. En caso de que ya se haya instaurado, el diagnóstico precoz siempre será más favorable.
Complicaciones de un seroma no tratado
Si un seroma no se trata adecuadamente, pueden surgir complicaciones como:
- Infecciones: Cuando el seroma se perpetúa, podría llegar a infectarse y pasar de seroma infectado a un absceso.
- Retraso en la cicatrización: La acumulación de líquido del seroma puede interferir con la cicatriz normal.
- Encapsulación: En estos casos el cuerpo crea una especia de barrera, como una bolsa de cicatriz que aisla el seroma del cuerpo. El tratamiento de esta situación puede requerir cirugía.