La Cirugía Reparadora o Cirugía Reconstructiva es la parte de nuestra especialidad destinada a restaurar las estructuras anatómicas y devolverles su funcionalidad normal cuando se ha producido
una alteración de las mismas por causas congénitas, traumáticas, infecciosas u oncológicas. Podemos reparar las zonas dañadas con distintas técnicas y, en ocasiones, empleamos otros tejidos del cuerpo que no han sufrido daño alguno y que conservan
unas características idóneas para sustituir la zona alterada. Aunque en algunos casos es necesario emplear implantes artificiales para tal propósito, lo más característico es emplear tejidos propios del paciente en forma de injertos o colgajos.
La mayoría de las técnicas empleadas resultan complejas y precisan de una gran especialización y experiencia. Sólo profesionales correctamente preparados pueden solucionar muchas secuelas de fracturas previas, extirpaciones tumorales, lesiones nerviosas,
musculares, tendinosas, defectos congénitos visibles, etc.
En este tipo de reconstrucciones es tan importante la repercusión funcional de la zona afectada, con objeto de devolverle la normalidad, como la secuela estética. Intentamos conseguir los mejores resultados partiendo
de las bases de una Cirugía Estética.